Monteiro Lobato (1882-1948), célebre creador Ubicación de Knocán Buí (1920), que también dio vida al libro fábulas En la obra, el escritor recopiló y adaptó una serie de fábulas de Esopo y La Fontaine.
La serie de relectura de cuentos cortos se lanzó en 1922 y fue un éxito entre los lectores jóvenes y continúa hasta el día de hoy, atrayendo a generaciones con animales que hablan y moralejas sabias.
1. El petrolero y el águila
El búho y el agua, después de muchas peleas, decidieron hacer las paces.
"Basta de guerra", dijo el búho. - El mundo es grande, y es más tonto que el mundo comerse los hijos unos a otros.
"Perfectamente", respondió el águila. - Yo tampoco necesito nada más.
- En ese caso, pongámonos de acuerdo en esto: de ahora en adelante no te comerás a mis cachorros.
- Muy bueno. Pero, ¿cómo puedo distinguir a tus cachorros?
- Algo fácil. Siempre que encuentres jóvenes hermosos, bien educados, felices, llenos de una gracia especial que no tienen los polluelos de otras aves, ya sabes, son míos.
- ¡Se hace! - terminó el águila.
Unos días después, mientras cazaba, el águila encontró un nido con tres monstruos adentro, los cuales chillaban y estaban abiertos de par en par.
- ¡Animales horribles! - ella dijo. - Puedes ver de inmediato que los hijos del búho no lo son.
Y se los comió.
Pero eran los hijos del búho. Después de regresar al nido, la madre triste lloró amargamente el desastre y fue a ajustar cuentas con la reina de los pájaros.
- ¿Qué? - Dijo éste, sorprendida. - ¿Eran tuyos esos monstruitos? Bueno, mira, no se parecían en nada a la imagen que hiciste de ellos...
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Para un retrato de un hijo, nadie cree en un pintor de un padre. Hay un dicho: el que ama lo feo, le parece hermoso.
Interpretación y moraleja de la historia.
La fábula presenta animales con características humanizadas, que pretende enseñar y transmitir una moraleja resumida al final del texto.
El cuento le muestra al niño cómo el sentido estético es subjetivo y cómo siempre debemos fijarnos de qué boca proviene un discurso, entendiendo el contexto del discurso.
La lechuza y el agua nos enseñan a desconfiar del punto de vista de quien nos cuenta una historia, poniendo en perspectiva lo dicho.
2. El pastor y el león
Un pastorcito se enojó, al notar la falta de ovejas una mañana, tomó su rifle y salió al bosque.
- ¡Rayos quebrantadme si no doy, vivo o muerto, pobre ladrón de mis ovejas! Acamparé día y noche, lo encontraré, llegaré a su hígado...
Y así, furioso, llorando las mayores maldiciones, pasaba largas horas haciendo investigaciones inútiles.
Ya cansado, recordó haber pedido ayuda a los cielos.
- ¡Vale la pena, San Antonio! Te prometo veinte cabezas de ganado si me pones cara a cara con el infame ladrón.
Por una extraña coincidencia, tan pronto como el pastorcito dijo eso, un gran león apareció ante él, mostrando los dientes.
El pastorcito temblaba de pies a cabeza; el rifle se le cayó de las manos; y lo único que pudo hacer fue invocar de nuevo al santo.
- ¡Vale la pena, San Antonio! Te prometí veinte cabezas de ganado si me enseñabas al ladrón; Le prometo ahora a todo el rebaño que lo logrará.
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Es en el momento del peligro cuando se reconoce a los héroes.
Interpretación y moraleja de la historia.
La historia del pastor y el león es una de las pocas fábulas con un carácter humano y no animal -aunque los animales juegan un papel importante en la historia del pastor y el león.
La historia contada por Monteiro Lobato le dice al pequeño lector lo fuerte que es un pedido. Muestra el poder del pensamiento del pastor y las consecuencias prácticas de ese deseo cuando finalmente sucede lo que el personaje principal quería.
La lección de la historia nos introduce en esa sabiduría. solo conocemos a los fuertes cuando son puestos a prueba, en situaciones peligrosas. Este es el caso del cacique, que al principio parece muy valiente, pero al final se vuelve temeroso cuando su petición se hace realidad.
3. El juicio de las ovejas
Un perro malhumorado acusó a una pobre ovejita de robarle un hueso.
"¿Por qué iba a robar ese hueso", exclamó, "si soy un herbívoro y un hueso vale tanto para mí como un palo?"
- No quiero saber nada. Robaste el hueso y te llevaré a la corte de inmediato.
Y así lo hizo. Se quejó al halcón-águila y pidió justicia. El halcón hizo la corte para juzgar la situación, atrayendo a muchos de los gentiles buitres con la boca vacía.
Compara las ovejas. Él habla. Se defiende a fondo, con motivos muy iraníes de los relacionados con el corderito que una vez se comió el lobo.
Pero el jurado, formado por carniceros codiciosos, no quiso saber nada y dictó sentencia:
- ¡Evita el hueso de inmediato, o te castigaremos hasta la muerte!
El defensor tembló: ¡no había escapatoria!... Bone no volvió ni pudo volver; pero tenía vida y la iba a dar en pago de lo que no había robado.
Así sucedió. El perro lo desangró, lo golpeó, se reservó una habitación y compartió el resto con los hambrientos jueces, como costo...
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Confiar en la justicia de los poderosos, ¡qué insensatez!... Su justicia no duda en aceptar el solemne reconocimiento de que es negra.
Interpretación y moraleja de la historia.
La historia del juicio de las ovejas plantea un problema sobre la cuestión de la verdad justiciada ética (y también la falta de ella). A pesar de ser un tema duro, se presenta a los niños de una manera muy accesible y sensible.
El niño reconoce al personaje principal de la historia -se siente en la piel de la oveja- y es incapaz de salir de la situación en la que se encontraba el pobre animal. Muchas veces el lector logra asociar esta situación con un momento de su vida en el que fue acusado de no tener culpa alguna por lo ocurrido.
La historia introduce al pequeño lector a la noción de injusticia y presenta el lado de los no tan buenos, que ponen su intereses personales sobre lo que es correcto.
4. El toro y las ranas
Aunque dos toros pelearon furiosamente por la posesión exclusiva de cierto prado, las ranas jóvenes, al borde del pantano, se perdieron de vista.
La vieja rana, sin embargo, suspiró.
- No te rías, el final de la disputa será doloroso para nosotros.
- ¡Qué absurdo! - exclamaron las ranitas. - ¡Te estás muriendo, rana vieja!
La rana vieja se explicó a sí misma:
- La corrida de toros. Uno de ellos ganará y expulsará al perdedor del pasto. ¿Eso pasa? La bestia herida viene a entrar en nuestro pantano y ¡ay de nosotros!...
Y asi fue. El toro más fuerte, por la fuerza de las cerraduras, acorraló al más débil en el pantano, y las ranitas tuvieron que despedirse del silencio. Siempre despreciable, siempre siendo atropellado, rara vez había un día en que alguien no muriera bajo las patas del animal.
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Siempre es así: los grandes pelean, los pequeños pagan la pena.
Interpretación y moraleja de la historia.
En la historia del toro y las ranas, es la rana vieja la que se ve como poseedora de la sabiduría porque tiene mucha experiencia.
Mientras las ranas jóvenes disfrutan del espectáculo insólito de la batalla entre los toros, la rana vieja, basándose en lo que ha vivido en el pasado, es capaz de predecir el futuro, prestando atención a las más jóvenes en el tiempo i presente.
Parece que la anciana tiene razón después de todo. La fábula enseña así a los pequeños escuchar atentamente a los ancianos y aprender de ellos.
La moraleja nos da una dura verdad que se transmite al lector principiante. A menudo, a lo largo de la vida, nos encontraremos con situaciones en las que las verdaderas víctimas no tienen nada que ver con quienes iniciaron el conflicto y, sin embargo, son ellas las que pagan el precio.
5. La asamblea de ratas
Un gato llamado Faro-Fino logró hacer tal naufragio en una casa antigua que los supervivientes no pudieron salir de sus madrigueras, quedando al borde de la inanición.
Como el asunto se puso muy serio, decidieron reunirse en asamblea para estudiar el asunto. Se quedaron hasta una noche en que Faro-Fino murmuraba sobre el techo, haciendo sonetos a la Luna.
- Creo - dijo uno de ellos - que la forma de protegernos de Faro-Fino es atándole una campanilla al cuello. En cuanto se acerca, el sonajero se lo lleva y llegamos a tiempo al aire libre.
Aplausos y bravos saludaron la brillante idea. El proyecto fue aprobado con delirio. Sólo votó en contra de un ratón brusco, que pidió la palabra y dijo:
- Está bien. Pero, ¿quién ató la campana al cuello de Faro-Fino?
Silencio general. Alguien se disculpó por no saber cómo casarse. Otro, porque no era tonto. Todo porque no tuvieron el coraje. Y la asamblea se dispersó en medio de la consternación general.
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Es fácil de decir, es hacer lo que son!
Interpretación y moraleja de la historia.
yo la congregacion de ratones la historia enfatiza al pequeño lector Dificultad para pasar de la teoría a la práctica. destacando la diferencia entre decir y hacer.
Los ratones acceden rápidamente a la brillante idea de ponerle un cascabel al gato Faro-Fino para avisarle cuando se acerca. El único ratón que va en contra del voto, conocido como casmurro (adjetivo que significa terco, obstinado), es el que puede mirar más allá de la decisión y pensar en la implementación de lo votado.
Sin embargo, al final, es la persona quien tendrá razón porque cuando se ejecuta el plan, ningún ratón está dispuesto a hacer el trabajo peligroso y poner el cascabel en el cuello del hombre.
La rata roja en minoría muestra que es la única persona del grupo con sentido práctico avanzado.
¿Qué es una fábula?
El género de la fábula nació en Oriente y fue traído a Occidente por Esopo durante el siglo IV a.C. Quien vino a enriquecer mucho el género fue Fedro, ya en el siglo I d.C.
En resumen, una fábula es una historia corta, a menudo con animales que hablan como personajes, que tiene la propósito de enseñar, transmitir moralidad.
En palabras del propio Monteiro Lobato escritas en la introducción del libro Historias Narizinho (1921):
Las fábulas son alimento espiritual correspondiente a la leche en la primera infancia. Por ellos pasa la moralidad, que no es más que la sabiduría de la vida misma acumulada en la conciencia de la humanidad, al alma de un infante, guiada por la locuacidad inventiva de la imaginación.
Según el escritor brasileño, la moraleja de la historia es solo una lección de vida.
El libro fábulas por Monteiro Lobato
El libro fábulas lanzado en 1922, una adaptación con muchas modificaciones de una fábula clásica que duró siglos.
Años antes, en una carta enviada en 1916 a su amigo Godofredo Rangel, Monteiro Lobato decía:
Se me ocurren algunas ideas. Uno: vestir a la usanza nacional las viejas fábulas de Esopo y La Fontaine, todas en prosa y rozando la moraleja. Algo para niños.
El deseo de comenzar a escribir para una audiencia infantil vino después del nacimiento de sus propios hijos. Después de mucho buscar material, Lobato llegó a la triste conclusión:
Nuestra literatura infantil es tan pobre y tan estúpida que no gano nada por la iniciativa de mis hijos (1956)
Según Cavalheiro, crítico y teórico, el contexto de producción de literatura infantil antes del compromiso de Monteiro Lobato era completamente diferente al que estamos acostumbrados ahora:
Prácticamente no había literatura infantil entre nosotros. Antes de Monteiro Lobato, era sólo la historia con trasfondo folclórico. Nuestros escritores extrajeron de los viejos cuentos el tema y la moraleja de los ingeniosos cuentos que encandilaron y conmovieron a los niños de las viejas generaciones, ignorando a menudo las leyendas y tradiciones que aparecían aquí, para hacer del contenido de sus relatos recogiendo las tradiciones europeas.
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